Cuatro voces ELD reflejan sobre sus cuatro años en Redwood

Ava Carlson

En el salón 139, los estudiantes en el duodécimo grado de ELD, los tutores, y profesora Zeiher posan para una foto. (Imagen cortesía de profesora Zeiher)

Cada primer periodo los lunes, martes y jueves, el salón de clases de la profesora Zeiher está en sesión para los diez estudiantes del duodécimo grado que están en el programa del desarrollo del idioma inglés (ELD). A pesar del tiempo temprano de empezar de la clase, el salón número 139 está lleno de sonido, música en español, conversaciones de los estudiantes y las explicaciones de los tutores trabajando para ayudar con temas difíciles.

Para esta edición de los estudiantes del duodécimo grado, unos estudiantes hablaron con el Bark para compartir sus experiencias en Redwood a través de estos últimos cuatro años.

Mayra Campos, una estudiante en esta clase de ELD, dijo que sus años fueron muy buenos y alegres.

“Tuve muchos momentos divertidos con mis amigos, e hice muchas buenas amistades. También muchas amistades que se fueron de la escuela, pero tengo recuerdos especiales de ellos. Me ayudaron muchos de los maestros. Ellos siempre me apoyaron en sus clases y con salir adelante con mis sueños y metas,” Campos dijo.

Noé Chaj-Herrera, otro estudiante en la clase ese día, estaba contento con su tiempo también.

“Mi experiencia aquí fue buena, y la escuela es muy bonita. Siempre me gustaba estar aquí a través de mi tiempo asistiendo. Realmente, no hay nada que quiero cambiar sobre mi experiencia, estoy feliz con todo,” Chaj-Herrera dijo.

A pesar de su sentimiento que no quiso cambiar nada, él compartió algunas lecciones que quiso decir a sí mismo en su primer año aquí.

“Si pudiera decir unas cosas, probablemente van a ser que debes dar tu atención porque los maestros pueden enseñarte mucho y también debes tratar de aprovechar las maneras de apoyo que la escuela provee,” Chaj-Herrera dijo.

Ayudando a una estudiante, la educadora Xenia Rodriguez proporciona apoyo académico a los estudiantes ELD. (Imagen cortesía del programa ELD)

Campos también tuvo algunas palabras para impartir a su misma persona cuando era más joven.

“Algo que me diría a mí en los años pasados sería trabajar más, y tener más ganas de estudio, porque las opciones para nuestras futuras dependen de las notas y pueden traerte a un mejor lugar,” Campos dijo.

Cephas Louis, otro estudiante de ELD, compartió que su creencia sobre la escuela es que si los estudiantes tratan de ser ellos mismos mientras que tratan de enfocarse en los académicos, pueden tener mucho poder en sus vidas. Louis quiso responder en inglés, así, sus citas son traducidas. Él habló un poco sobre la clase de 2023.

“En mi grado, pues, tuve un tiempo bueno desde que llegué aquí. No era muy difícil hacer amigos en esa clase, y no era muy difícil entender la cultura de Redwood y Marin. A pesar de los efectos de la pandemia, en todo este grado parece muy normal y promedio,” Louis dijo.

Cuando estaba pensando sobre las cosas que llamó su atención durante sus años aquí, los recuerdos de sus clases y los eventos escolares vinieron a él de nuevo.

“Para decir la verdad, me encanta la clase de matemáticas. La disfruté mucho como un tema para estudiar. Otro punto especial es que fui a prom los dos años mientras estaba en los undécimo y duodécimo grados, y tuve una experiencia muy divertida las dos veces,” Louis dijo.

Glendy Vicente se enfocó más en su tiempo en ELD cuando estaba pensando en sus recuerdos especiales de la escuela.

“En el tema de recuerdos específicos, mis favoritos probablemente son las oportunidades de compartir experiencias con la clase ELD. Celebramos las semejanzas y diferencias entre nuestras culturas, y las tradiciones de los países que dejamos atrás,” Vicente dijo.

Cuando consideró todo de su tiempo en Redwood, ella se sintió positiva sobre los años que pasó aquí.

“El periodo de mi vida cuando estaba asistiendo a Redwood fue una experiencia muy buena. He vivido hasta ahora con interacciones con muchas personas de culturas y perspectivas diferentes. Algo especial de esta escuela es que hay muchos estudiantes que hablan español aquí, así puedo comunicar en español o inglés con mis compañeros de clase,” Vicente dijo.

Celebrándose los intereses, pósteres creados por los estudiantes están anclados a la pared.

Ella mencionó que sí hay algo que ella pudiera hacer diferentemente, sería participar más en deportes o eventos escolares, y también conocer a más personas. Además de esto, se recuerda a sí misma a aprovechar su tiempo aquí para aprender cuanto más se pueda.

Campos habló sobre los procesos importantes y las dificultades de ser en su último año en la escuela.

“El último año, lo describiría como un año difícil porque tienes que pensar en qué colegio o universidad puedes asistir. Es un poco estresante porque tienes que hacer muchas aplicaciones, y en mi lugar, tienes que buscar dinero de apoyo. Afortunadamente, lo bueno es que tengo muchos maestros que me ayudan. Me sorprende el gran apoyo que dan acá muchas escuelas no ofrecen el mismo nivel de asistencia como aquí. Estoy agradecida por los maestros que me han dado ayuda durante este tiempo,” Campos dijo.

A pesar de las dificultades de este año, los estudiantes del salón número 139 están emocionados por los tiempos por delante. Chaj-Herrera, Campos, Louis y Vicente planean ir a la universidad en el otoño, y a disfrutar el verano. Chaj-Herrera está contento de ir a la universidad. Campos está feliz por tener más tiempo libre para pasar tiempo con amigos antes de salir, y también para descansar. Louis está emocionado al ir a un viaje planeado de Oregon a San Diego con unos amigos durante el verano. Y mientras Vicente no tiene planes específicos para el verano, ella está feliz por crearlos en el futuro con amigos cuando el año escolar se termine.