Un resumen del viaje de Ecuador centrado en la sostenibilidad

Gillian Reynolds and Bella Piacente

En la semana de Febrero de vacaciones, un grupo de estudiantes emprendieron un viaje a Ecuador para aprender sobre sostenibilidad y una nueva cultura. Durante nueve días trabajaron en una finca plantando plantas y aprendiendo sobre cómo vivir una vida totalmente sostenible. Este fue un viaje que Redwood nunca había hecho antes

Imagen cortesía de Mariano Williams. Mackena Corsiglia, estudiante de curso doce, se enfoca en perfeccionar su talla de bambú “fish mouth”.

 y una oportunidad para los estudiantes de vivir en un país diferente con un modo de vida muy distinto de la vida aquí en Marin. 

Llegaron a Quito, la capital de Ecuador, y se quedaron en un albergue. Se levantaron a las 7:00 am y manejaron a la finca The Regeneration Field Institute. El principal líder del viaje fue Lucas Ocean, con algunos maestros de Redwood que vinieron como supervisores. Pasaron cuatro días trabajando en la finca en el medio de la jungla. Días después regresaron a Quito y trabajaron en la ciudad. En la ciudad plantaron árboles pero también pudieron hablar con personas de Ecuador. El último día fueron a la playa en La Bahía. Cada día se despertaban a las 7:00 de la mañana y trabajaban hasta las 6:00pm de la tarde. Julie Joy Olivera, estudiante del curso 11 en Redwood, fue al viaje. Olivera habla portugués y empezó a aprender español en secundaria. Ella no tenía mucho interés en el viaje al principio.

“No tenía mucho interés en el medioambiente pero cuando vi este póster en la escuela, vi una oportunidad para hacer una cosa nueva…y conocer a personas nuevas.”

Pero para Olivera el viaje fue una experiencia muy interesante y especial. En la finca los estudiantes trabajaron muchas horas, pero también eso significaba que pudieron conocer a más personas y hacer nuevos amigos con esta experiencia. 

“…Fue una experiencia de conexión porque tuvimos que trabajar con mucha fuerza y fue muy difícil hacer cosas nuevas pero con otros estudiantes es más fácil. Aprendimos muchas cosas sobre la ciencias medioambientales y cómo se relaciona con la economía.” 

La finca estaba en una zona rural y todo allí era sostenible. Las casas estaban construidas de bambú y toda la comida que comían era de la finca y del huerto. Plantaron muchas plantas como árboles de mango y plantas de yuca. Uno de los proyectos que llevaron a cabo fue construir un baño de bambú que era completamente sostenible. Para Julie fue una experiencia muy natural donde para cada comida o actividad se les habló de cómo era sostenible. 

 La estudiante Emma Orrick, tuvo una experiencia similar a la de Olivera. Emma empezó a aprender español en la escuela primaria. Orrick decidió ir a Ecuador porque su hermana fue años atrás a Ecuador cuando ella estaba en la secundaria y se lo recomendó a Orrick. Con días de mucho trabajo, Orrick aprendió mucho. 

“Aprendí que hay otros lugares en el mundo fuera de Marin y la cultura de Ecuador es muy diferente y muy bonita. Muchas de las personas que conocimos fueron muy amables y acogedoras.”

Una parte importante del viaje para Orrick fue el enfoque en sostenibilidad y medioambiente. Ella aprendió como se puede llevar la agricultura sostenible a Marin y Orrick aprendió que es nuestra generación la que importa mucho para el futuro de nuestro planeta. 

Imagen cortesía de Cecilio Morgrozam. Algunos estudiantes caminan después de un día largo de trabajo y construcción de bambú.

“Pienso que una gran parte del viaje fue  un viaje de trabajo de servicio comunitario. Pienso que debería haber más viajes como este en diferentes países”.

Esta siguiente parte del artículo es una reflexión de la estudiante de corteza Bella Piacente, y su experiencia en el viaje.

Yo fui una de las estudiantes que viajó a Ecuador. Mi intención era ir a un nuevo lugar y conocer a más estudiantes. Gracias a esta experiencia de ir a Ecuador aprendí mucho sobre la sostenibilidad.  Una de las prioridades del viaje fue construir estructuras de bambú. Gran parte de mantener la sostenibilidad fue el uso de bambú para construir. También aprendimos cómo practicar agricultura sostenible y trabajamos en la finca llamada Regeneration Field Institute, en la cual plantamos verdever, una tipo de planta,  recolectamos cultivos, y limpiamos la tierra de maleza. En cada actividad que hicimos aprendimos sobre la historia de por qué hacíamos ese trabajo. Por ejemplo plantamos bambú al lado de un río para prevenir la erosión del suelo. Este problema directamente afectó a una comunidad que vivía cerca del río y esta solución la beneficiará mucho. Ahora pueden plantar en la tierra sin problemas. No solo aprendí cosas con el trabajo y actividades, sino también con conversaciones que mantuvimos. Tuvimos muchas conversaciones sobre sostenibilidad y cómo  podemos traer ideas de sostenibilidad a Marin después de nuestro viaje.   

La principal conclusión a la que llegué después de  nuestras lecciones y trabajo en sustentabilidad fue cómo continuar con este trabajo en Marín. Muchos países Latinoamericanos ya están utilizando prácticas sostenibles. 

Antes de mi viaje a Ecuador, fui a la República Dominicana para participar en un proyecto de servicio ambiental. Nosotros también construimos estructuras sostenibles.  La prueba vista por mis propios ojos del impacto y beneficio del uso de prácticas sostenibles en el medio ambiente, es algo que debe practicarse en Marin. Aunque muchas personas en Marin son conscientes de la actual crisis climática, no se está haciendo lo suficiente para revertir sus efectos. Comprar ropa “sostenible ” o productos “Go Green ” no es suficiente. Necesitamos llevar la agricultura sostenible, la construcción y otras prácticas también a Marin. Al seguir a otros países como Ecuador y la República Dominicana con sus prácticas sostenibles, podemos ir en el camino correcto por nuestro planeta.