Tamalpais Adult School: un tipo diferente de estudiante

Peter Biss and Miguel Cruz

Cuando suena la última campana y los autobuses llegan al estacionamiento trasero, los pasillos y aulas del edificio Este de Redwood no se callan. En cambio los maestros dan paso a otro tipo de estudiante. Uno que, aunque no tiene la edad del típico estudiante de secundaria de California, camina por el campus a las 6:30 cada martes y jueves por la tarde con la misma dedicación, orgullo y ambición. 

Samuel Chávez, quien se graduó de Redwood en el 2016, ha estado trabajando para la Tamalpais Adult School en 375 Doherty Dr. con estudiantes, a quienes él llama, los más increíbles trabajadores que ha conocido.

Vista de arriba de la Tamalpais Adult School, ubicada en 375 Doherty Dr., a la derecha del campo de Football de Redwood. Imagen de cortesía del satélite de Google Maps.

“Nuestro principal grupo demográfico es hispano latino [pero] hemos tenido estudiantes de Brasil, Ucrania, Rusia, Vietnam, China, Corea, Irán y diferentes países de África,” dijo Chávez. “Tienen hijos, tienen trabajos [y] la vida ocupada durante el día … [pero aún] tienen que hacer tiempo para la clase al final del día. Ves con lo que están lidiando y lo duro que están trabajando [y] quiero dar a este grupo.”

Luis, un maestro de Guatemala, quien ahora trabaja en un lavado de autos, es uno de esos estadounidenses soñadores que espera que su matrícula en la escuela de adultos del programa de “inglés como segunda lengua o lengua extranjera” (ESL) le permita regresar y luego enseñar a los estudiantes de su país. 

“No quiero aprender [inglés] perfectamente, pero Dios me dará la fuerza y sabiduría y [yo espero] que algún día pueda ayudar a mucha gente. Con esfuerzo y todo el apoyo que reciba, volveré a Guatemala y enseñaré a los estudiantes toda la sabiduría que tengo, [y luego] seguiré difundiendo con la ayuda de Dios,” dijo Luis. 

Su historia trajo lágrimas y los aplausos de los maestros y muchos de sus compañeros, en la sala 155.

Otra estudiante es Cristina, compañera de Luis, quien quiere aprender inglés por las oportunidades que le podría brindar a sus dos hijos. Su historia provocó el mismo aplauso entusiasta y el apoyo de sus compañeros de clase. 

“[Lo que] tenemos aquí [en la Tamalpais Adult School] es una comunidad muy unida… maestros que tienen pasión [y] estudiantes que quieren aprender,” dijo Chávez. “Actualmente estoy cursando mi programa de credencial de enseñanza [en la Universidad Estatal de Sonoma] para poder convertirme en maestro. Quiero estar en el campo educativo. Quiero ser un factor [positivo] en la comunidad [porque] esto es lo que amo [y] en donde yo pertenezco.” 

El director de la Tamalpais Adult School, Jamie Naish, está de acuerdo con Chávez en que la comunidad de estudiantes es un gran apoyo. 

Graduado de Desarrollo Educativo (GED) o diplomado graduado de la Tamalpais Adult School. En el estado de California, el certificado GED es considerado equivalente a un diploma de escuela secundaria y cubre cuatro áreas temáticas principales; artes del lenguaje, escritura, estudios sociales y ciencias. El año pasado, 15 estudiantes se graduaron del GED o Programa de Diploma. Imagen de cortesía de Tamalpais Adult School.

“Tenemos personas que han estado en la cárcel y que están fuera y tienen un nuevo tipo de visión sobre lo que quieren para sí mismos. Tenemos estudiantes que vienen con bebés recién nacidos y están tratando de terminar sus últimos cinco créditos… Hemos tenido personas inscritas en nuestro Programa General de Desarrollo Educativo (GED) que provino de países y entornos de vida donde no tenían agua corriente [y] con una educación que sería equivalente a nuestro sexto grado,” dijo Naish. “Son personas increíbles [que] simplemente trabajan, trabajan y trabajan.” 

Pero si bien los miembros del personal han visto la dedicación y el compromiso de los estudiantes como Cristina y Luis, el estado de California, al menos durante la pandemia, ha descuidado el valor e impacto transformador de la educación de adultos.

“En tiempos normales, sin COVID, por lo general, atendemos a alrededor de 600 estudiantes al año… El año pasado, servimos alrededor de 482 estudiantes,” dijo Naish. “El inglés ya es suficientemente difícil, y tratar de aprender el aspecto tecnológico además de eso, se convirtió en un obstáculo que detuvo mucho nuestro trabajo. Las personas a las que servimos son de bajos ingresos, a menudo no tienen Wifi o no tienen espacio privado para estar en la clase… algunos [viven] en sus autos… y no tenemos el financiamiento necesario como el resto de las escuelas como las nuestras tienen [para] obtener un enrutador [o] distribuir Chromebooks.” 

El programa de Educación para Adultos de California y la Ley de Oportunidades e Innovación de la Fuerza Laboral en subvención, que financia las 340 escuelas para adultos en todo el estado de California, nunca ha podido proporcionar los mismo recursos a los que han tenido acceso las escuelas secundarias como Redwood. Esto hace a la pandemia más que una experiencia de aislamiento, argumenta Naish.

“Tenemos maestros con credenciales, tenemos personal con credenciales, todavía tenemos estudiantes que están dispuestos a aprender, estamos haciendo clases de lunes a jueves, ponemos la misma cantidad de esfuerzo en ello, pero se para por alto,” dijo Chávez. “Es fundamental animar a todos y ayudarlos a realizarse ya que hay recursos por ahí si algo sucediera en su vida que no les permitió a ellos seguir su educación.”

 

Tamalpais Adult School: a different kind of student

When the last bell rings and buses arrive at the busy backlot, the hall and classrooms of Redwood’s East wing do not quiet. Instead, teachers make way for another kind of student. One who, while not the age of California’s typical high schooler, walks the campus at 6:30 every Tuesday and Thursday afternoon with the same dedication, pride and ambition.

Samuel Chavez, who graduated from Redwood 2016, has been working for the Tamalpais Adult school on 375 Doherty Dr. with students, who he calls, the most incredibly hard-working people he’s ever met.

Birds eye view of the Tamalpais Adult School on the right of Redwood’s Football field. Image obtained and courtesy of Google Maps.

“Our main demographic is Hispanic Latino [but] we’ve had students from Brazil, Ukraine, Russia, Vietnam, China, Korea, Iran and different countries in Africa,” Chavez said. “They have kids, they have jobs [and] a lot of life during the day … [but still] have to make time for class at the end of the day. You see what they’re dealing with and how hard they’re working [and] want to give to this group.”

Luis, a teacher from Guatemala, who now works at a car wash, is one such American dreamer who hopes that his enrollment in the Adult School’s “English as a second or foreign language” (ESL) program will allow him to return and then teach the students of Guatemala.

“I don’t want to learn [English] perfectly, but [with] strength and wisdom [I hope to] one day help a lot of people. With effort and all the support I receive, I’ll go back to Guatemala and teach to students all the wisdom I have, [and then] keep spreading it with the help of God,” Luis said. 

His story brought the support and applause of teachers and many of his classmates, in room 155.

Another student is Cristina, a classmate of Luis, who wants to learn English for the opportunities that it will give her two children. Her story drew the same enthusiastic applause.

“[What we] have here [at the Tamalpais Adult School] is a very tight-knit community … teachers that have passion [and] students that want to learn,” Chavez said. “I’m currently earning my teaching credential program [at Sonoma State] so that I can become a teacher. I want to be in the educational field. I want to be a [positive] factor in the community [because] this is what I love [and] where I belong.”

General Educational Development (GED) graduate from the Tamalpais Adult School. In the state of California, the GED certificate is considered equivalent to a high school diploma and covers four main subject areas; language arts, writing, social studies, and science. Last year, 15 Tamalpais Adult students graduated from either the GED or Diploma program. Image courtesy of the Tamalpais Adult School.

Tamalpais Adult School Director Jamie Naish agrees with Chavez that the student community is very supportive.

“We have people that have been in jail and that are out and they have a new sort of vision about what they want for themselves. We have students who come in with brand new babies, and they’re trying to just finish up their last five credits … We’ve had people enroll into our General Educational Development (GED) program that came from countries and living environments where they didn’t have running water [and] with an education that would be our sixth-grade equivalent,” Naish said. “They are incredible people [who] just work and work and work.”

But while staff members have seen the dedication and commitment of the students like Cristina and Luis, the state of California, at least during the pandemic, has neglected the value and transformative impact of adult education.

“In normal times, without COVID, we would generally serve around 600 students a year … last year, we served a total of around 482 students,” Naish said. ”English is already hard enough, and trying to learn the technology aspect on top of that, became an obstacle that stopped a lot of our movement. The people we serve are low-income, often have no Wifi or no private space to be in class … some [live] in their cars … and we don’t have the one to one funding in place that the rest of the schools in our area have [in order] to get a router [or] distribute Chromebooks.”

The California adult education program and Workforce Innovation and Opportunity Act grant, which funds the 340 adult schools across the state of California, has never been able to provide the same resources high schools like Redwood have had access to. This makes the pandemic more than just an isolating experience, Naish argues.

“We have credential teachers, we have credential staff, we still have students that are willing to learn, we’re doing classes Monday through Thursday, we put the same amount of effort into it, but it’s overlooked,” Chavez said. It’s essential to build everybody up and help them realize that there are resources out there if something happened in their life that didn’t allow them to pursue education.”