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Ahora, oyendo al Presidente Trump llamar minorías o inmigrantes algo favorable vendría como sorpresa. Muchos se hicieron familiares con su retórica incendiaria hacia estos grupos durante los antecedentes de su campaña presidencial de 2016, durante que famosamente llamó a Inmigrantes mexicanos “violadores.”

Desde entonces, no ha parado o pausado sus esfuerzos para etiquetar estos grupos, específicamente inmigrantes latinoamericanos, como “otros” o una parte de los Estados Unidos que todos serían supuestamente mejor sin. Más recientemente, Trump etiqueto un gran grupo de migrantes Centroamericanos moviendo hacia la frontera de EEUU y México como “la caravana” previo a las elecciones intermedias de 2018. Estos dos eventos, ocurriendo en tiempos paralelos en ciclos de elecciones différentes, enojo a la base del presidente pero hizo poco para unir al país. Lo que los dos eventos también tienen en común es que trump los utilizo para catalizar una conversación sobre un muro fronterizo, una promesa de campaña que se parece determinado para completar. Trump necesita dejar la idea del muro y parar de isolar a Latinoamericanos e inmigrantes con su retórica relacionada al muro. Al enfocarse en más soluciones pragmáticos, y menos simbólicos al problema, Trump puede evitar el incitación de tensión a los hijos de inmigrantes y gastos federales innecesarios.

El cierre de gobierno que empezó Dic. 22, 2018 y duró 35 días hasta En. 25, era el más largo de la historia de los EEUU. El cierre empezó desde las opiniones muy diferentes entre Trump y el Congreso sobre construir un muro o no, con el precio de $5.7 mil millones causando gritos de Demócratas y sus representantes en el Congreso. Su anegamiento de incluir esos $5.7 mil millones en la propuesta de presupuesto era la razón principal para el cierre.

Mientras que el muro ya ha promovido división en el Congreso, el tono de Trump sobre el problema tiene potencial de dañar a familias Latinx. Su retórica es extremadamente danoso para la salud mental, y bienestar de familias Latinx- sin importar el estatus legal. Un estudio por la Universidad de Nueva York encontró que hijos con estatus legal con a lo menos un padre viviendo en los EEUU ilegalmente, constantemente experimentaron más estrés como resultado del discurso sobre inmigración. Por amenazar el estatus de estas familias, Trump isola a no solo los que entraron al país ilegalmente, pero tambien a sus hijos, que siempre han llamado los EEUU casa.

La retórica de trump no solo puede afectar la salud mental de Latinxs, pero tiene potencial de dañarlos físicamente también. Segun San Francisco Chronicle, crímenes de odio han aumentado por 17 por ciento desde 2017. Y en San Francisco solo, crímenes de odio basados en raza o etnicidad han aumentado por 82 por ciento ese mismo año. Aunque otros factores pudieran tenido efecto en incitando estos aumentos en violencia, no puede ser solo coincidencia que ocurrieron el mismo año que Trump tomo oficio. Junto con los incidentes de promoviendo violencia en contra de disidentes en manifestaciones, se hace más claro que sus actitudes y políticas favorecen a los que son blancos, y nacidos en EEUU. El hecho que sectores más extremos de este demográfico se sentían inspirados por su presencia a actuar en tendencias racistas no es tan inesperado.

Según una encuesta de Monmouth University, 44 por ciento de Americanos soportan al muro. Muchos, incluyendo a Sarah Huckabee Sanders, reclaman que construyendo un muro parara drogas y terroristas por llegar de la frontera. Otros como el presidente mismo, reclama que los números crecientes de inmigrantes están causando una “crisis de seguridad y humanitaria en nuestra frontera.” Pero estos problemas son falsos o simplemente pueden ser solucionados más efectivamente en otras maneras. Los 4,000 terroristas conocidos o sospechosos supuestamente llegando por la frontera quien Sanders cito en Fox, actualmente fueron capturados en aeropuertos. Según a Chris Wallace de Fox News, el departamento del estado no ha encontrado terroristas llegando a los EEUU por la frontera. Cuando hablando sobre el aumento de cruces sobre la frontera, Pew Research encontró que el número de inmigrantes sin autorización ha bajado desde 2007. Cuando mirando a los hechos, es claro que la meta de las políticas de inmigración de Trump no son para proteger a ciudadanos americanos, pero para incitar miedo y división en la nación.

El hecho de que los demócratas no crean que un muro que se extienda desde el mar hasta el mar “brillante” sea beneficioso no significa que estén en contra de mejorar la seguridad de la frontera. Después del discurso en horario de máxima audiencia de Trump el 8 de enero, tanto la senadora Nancy Pelosi como el líder de la minoría del Senado y  Chuck Schumer expresaron su creencia de que la seguridad nacional debería mejorarse.

Si el objetivo de construir el muro es mejorar la seguridad fronteriza, hay maneras mucho más eficientes de hacerlo. Los fondos deben destinarse a mejorar la tecnología que rodea la seguridad y encontrar formas de imponerla en terrenos difíciles de manera que las paredes no puedan. En las partes del país donde los muros son formas aceptables de seguridad fronteriza, como en algunas partes de California y Arizona, ya se han construido. En otras áreas, los muros costosos no son necesarios ni efectivos. Según un artículo de 2017 de la organización de derechos humanos WOLA, proporcionar sensores y equipos de comunicación avanzados a los oficiales de seguridad fronteriza será más barato y eficiente que un muro. Abogar por algo que es tanto divisoria física como metafóricamente y al mismo tiempo inefectivo, hace más daño que bien no solo para los latinoamericanos, sino para el país en general.

El muro de Trump divide a 12 millones de Latinxs viviendo en los EEUU del resto de la población, poniendo los en un estereotipo que no los representa, Por negar a cambiar su posición, trump está previniendo progreso en el financiamiento del gobierno, y uniendo nuestro país dividido. Por parar sus gran planes para un muro, él pudiera construir puentes con los millones de Latinoamericanos que han sido bloqueados por su retórica.