Cuando mis aplicaciones para la universidad me preguntaron mi placer culposo, inmediatamente respondí “Cable Girls” (o “Las Chicas del Cable”), la drama de período de Netflix (2017) que mantuvo mis ojos pegados a la pantalla. El drama es acelerada, los platos de cines bonitos y los disfraces lujosos añadieron a la producción impresionante de la serie.
“Las Chicas del Cable” el montaje firmada en Madrid, España en 1928. La serie sigue las vidas de cuatro chicas que trabajan como telefonistas para una empresa moderna de telecomunicación. Las chicas buscan su independencia en maneras diferentes y prueban sus relaciones con los hombres de sus vidas—padres, esposos, hermanos, patrones, y amantes.
La serie empieza con una de las heroínas astutamente obteniendo un trabajo como telefonista para poder robar la caja fuerte de la impresa. Haciendo eso, escapa de las garras de el jefe de la policía local, quien amenaza a ella por un homicidio que no cometió. Sin embargo, su robo esta desbaratado por un empleado que resulta ser su amante perdido tiempo atrás.
El trama se mueve muy rápidamente y está lleno de drama, romance, y crimen. De hecho estaba muy fascinante, estaba asustada a parpadear los ojos porque perdiera el próximo subtítulo y parte de la acción. El argumento es cautivante y bien escrito, escarbando en sentidos de amor, amistad y familia. Algunas veces habían partes que estaban sobre dramatizados como en telenovelas, pero para mi, la drama mejoro el programa.
Cada historia de las mujeres está entrelazado entre ellas en el estilo típico de telenovelas en español. Siguiendo las tramas de cada chica puede ser retador, pero los escritores del guion sutilmente y rápidamente mueven las historias de las chicas juntas para ayudar el entendimiento de la audiencia.
El deseo común de los protagonistas de autorealización es superar la cultura y el tiempo, es otro aspecto atractivo de la serie. En su cuesta para independencia, las chicas se escapan con más de lo que deben. Por ejemplo, una chica anfitriona que una fiesta en su pensión de único sexo llama la supervisora una fulana que cuando la alcanza, pero no esta desalojada de la casa.
La serie es protagonizada por Ana Fernandez, Nadia de Santiago, Blanca Suarez y Maggie Civantos, quien todas actúan en sus papeles muy convincentemente. Blanca Suarez es muy simpática, y no podemos evitar darle ánimos a esta ladrona sin pena, y su relación con uno de los hijos de los directores de comunicaciones, actuado por Martiño Rivas. Yon González, el actor que actúa el papel de Francisco uno de los protagonistas de los hombres está desilusionado en los primeros episodios pero después es más efectivo en expresando la pasión de su personaje. Los actores están apoyados por el escritura de guiones, y el espectador están cautivado rápidamente por el suspenso.
La serie es un lujo para los ojos. Ropa elegante, la decoración opulenta y arquitectura que hace querer revivir esa época.
El aspecto más extraño de la serie es la música. Aunque la serie este escrita en los 1920s, la música esta moderna. El clip introductoria en el primer episodio fue discordante. Pero creo que el productor quería que la serie llame la atención a los jóvenes, la música le agrega sentido contemporáneo de urgencia y vigor que una banda grande de los 1920s no pudiera. Cuando te acostumbras a la música, mejora el argumento energético de la serie.
Hay un poco de violencia, desnudez y contento para adultos en esta serie, entonces no lo recomiendo para a audiencias más jóvenes.
La serie estaba honrado con Spain’s best online TV show en los premios Ondas. Los primeros 16 episodios estrenaron mundialmente en Netflix en Abril 2017, y la segunda temporada acaba de transmitirse en Dec. 2017. La tercera temporada estaba ordenada para 2018, y voy estar mirándola con muchas bebidas y Tapas!