Aprendizaje un idioma en línea frente a la instrucción presencial

Taylor Elliott

Arte por Kalyn Dawes

Con Enrique Iglesias retumbando en los pasillos y las hojas de vocabulario de un lado para otro, la mayoría de los estudiantes de español de Redwood aún pueden recordar cómo eran sus clases de lengua extranjera antes de que la instrucción en línea comenzara en marzo de 2020. Lo que una vez fue un entorno vivo para que los estudiantes intercambiaran comentarios y conversaran en una lengua extranjera con sus compañeros y el maestro, la clase de español en línea se ha convertido en virtualmente silenciosa. Tras casi un año lejos del campus, los estudiantes han vuelto a un modelo híbrido de enseñanza desde el pasado 2 de marzo de 2021, y están listos para probar cuánto español han aprendido realmente en Zoom.

Melissa Zeiher lleva enseñando español 11 años y, en la actualidad, instruye los cursos de Español 5-6, Honores 7-8 y curso avanzado de lengua española (AP) en Redwood. Aunque Zeiher admite que las oportunidades para practicar un idioma se han visto comprometidas con la enseñanza en línea, considera que, en general, la calidad educativa ha continuado.

“[Después de] ver en persona a mis estudiantes y conversar con ellos en el aula por primera vez  [durante la primera semana tras el regreso], me he quedado muy impresionada con el nivel en el que se encuentran. Creo que muchos alumnos se han esforzado verdaderamente para mantener un aprendizaje constante el año pasado,” comentó Zeiher.  

Según la maestra Zeiher, los estudiantes pueden mantener sus habilidades en español de formal virtual gracias a que las cuatro modalidades de aprendizaje de una lengua extranjera – conversación, comprensión auditiva, lectura y escritura- se pueden enseñar a distancia. 

“La adquisición de un segundo idioma es un proceso permanente, y el input comprensible en esa lengua es la herramienta principal que la desarrolla. Se puede lograr por medio de la lectura, la comprensión auditiva, y muchas repeticiones, y es por eso que en Redwood usamos  TPRS (Teaching Proficiency through Reading and Storytelling), que es la enseñanza de la competencia en español a través de la lectura de novelas y narraciones de historias cortas. Es una forma de alcanzar esa adquisición de la lengua [los estudiantes aprenden el idioma] y practican las cuatro habilidades comunicativas,” apuntó Zeiher.

Practicando conversación oral, las estudiantes Hannah Morgan y Ingrid Houtkooper aprovechan la interacción cara a cara durante los días de clase presencial de su grupo. (Foto por Annie Goldstein)

El estudio “Language Online project,” dirigido por la Universidad Carnegie Mellon, investigó la efectividad que los cursos de idiomas en línea tienen en el resultado del aprendizaje para los estudiantes. Los investigadores compararon cuatro cursos de idiomas en línea, en los niveles básico e intermedio, con sus cursos equivalentes en persona. El estudió involucró la participación de 11 maestros y 354 estudiantes, incluyendo cinco semestres y 34 clases (13 en línea y 21 en persona). La universidad utilizó múltiples mediciones para comparar el aprendizaje de estudiantes en línea y en persona,  como la producción oral y escrita, la lectura, la comprensión auditiva, el conocimiento de la gramática y el vocabulario. Los resultados indican que los cursos de idiomas en línea son razonablemente satisfactorios; de hecho, mas del 80 por ciento de los estudiantes en línea obtuvieron un progreso parecido al de los estudiantes en clases presenciales.

No obstante, Lucas Mandel (senior), un estudiante del curso avanzado de español AP, explica que hay menos oportunidades para la práctica de la lengua en Zoom y existe también una falta de comunicación crucial entre estudiantes.

“Puede ser más fácil [sacar una buena nota en la clase de español] porque no tienes que hablar todo el tiempo necesariamente o involucrarte en la clase al estar en línea. Al mismo tiempo,  creo que es una desventaja [la enseñanza en línea] porque para aprender realmente tienes que estar en un entorno de conversación constante con otras personas,” expresó Mandel.

Adicionalmente, un estudio de la Universidad de California, San Diego, analizó el papel de la motivación y la actitud de los estudiantes de segundo año en el marco del aprendizaje de idiomas en cursos en línea. Los resultados revelaron que los estudiantes tendían a tener una mayor ansiedad al principio del semestre, hecho que los investigadores atribuían a su falta de familiaridad con el entorno de enseñanza a distancia. En contraposición, la motivación y la actitud de los estudiantes hacia el aprendizaje de una lengua extranjera eran relativamente positivas y estables a lo largo del curso. Las implicaciones de estas averiguaciones en los estudiantes de Redwood son que, aunque fuera un desafío al principio, el aprendizaje en línea no es una formación inadecuada. A largo plazo, puede significar una experiencia positiva. 

Melissa Zeiher enseñando en su clase de español 7-8 honores detrás de una pantalla protectora de plexiglas, recientemente instalada. (Foto por Goldstein)

De acuerdo con Mandel, las aplicaciones de idiomas pueden convertirse en una parte valiosa del aprendizaje en línea, especialmente para los estudiantes que se preparan para los exámenes de AP. Si bien él usa Quizlet con frecuencia para estudiar, diferentes y variadas aplicaciones pueden complementar el aprendizaje realizado en la escuela. 

Steven Toy es el Director de Operaciones de Memrise, una plataforma que utiliza la repetición secuenciada de fichas para impulsar el aprendizaje de idiomas en la web y en el móvil. Toy considera que Memrise, y otros programas como Duolingo o Quizlet, son herramientas excelentes para los estudiantes que quieren una práctica extra del español en este momento. 

“Creo que [las aplicacones] pueden complementar la clase de español de una manera muy efectiva. Lo que sueles conseguir en una clase [sin embargo] es la capacidad de conversar de una manera muy poco estructurada [y] con el apoyo de tu profesor, que sabe inglés y español, cuando te atascas,” señaló Toy. “Hay mucho más que tiene darse [para aprender una lengua] como la repetición y la inmersión, escuchar un palabra en diferentes contextos, procurar decirla y expandir tu vocabulario al incorporar nuevas palabras. Así que, no creo que se reemplace completemante a las clases [en persona], y puedes llegar lejos con solo usar una aplicación.” 

Aunque recientes estudios han mostrado resultados prometedores, las diferentes experiencias de estudiantes y maestros hacen que el regreso a las clases con el modelo híbrido beneficie al programa de español de Redwood. 

“[Tener] fluidez en una segunda lengua es un proceso que se logra en muchos años, y creo que la ralentización momentánea durante esta pandemia no va a ser decisiva en el aprendizaje, en última instancia. Se trata de hacerlo parte de tu vida,” comentó Zeiher.

 

English Translation:

With singer Enrique Iglesias blasting in the hallways and vocabulary sheets shuffling, most Redwood Spanish students can recall what their language class was like before online instruction began in March of 2020. Once a lively place for students to banter and converse in a foreign language with their peers and teacher, Spanish class online was virtually silent. After almost a year away from campus, students returned on March 2, 2021 in a hybrid learning model, ready to test out how much Spanish they truly learned through Zoom.

Melissa Zeiher has taught Spanish for 11 years and currently leads Spanish 5-6, Honors 7-8 and Advanced Placement (AP) Spanish at Redwood. Although Zeiher admits that practice opportunities have been compromised with online learning, she believes that overall, quality education has continued.

“[After] actually seeing my students and talking to them in the room for the first time [during the first week back], I have been very impressed with the level they are at. I think that many students have really stepped up their efforts to keep learning going during this past year,” Zeiher said.

According to Zeiher, students can maintain their Spanish skills virtually because all four of the language’s primary modalities, speaking, listening, reading and writing, can be taught online.

“Language acquisition is an ongoing process, and comprehensible input is the main thing that develops that. So that can be through listening, reading, a lot of repetition, and that’s why at Redwood, we use the Teaching Proficiency through Reading and Storytelling (TPRS) novels as a form of doing that. [Students learn a language by] practicing all of the four skills,” Zeiher said.

A study titled the Language Online project, conducted by Carnegie Mellon University, investigated online language courses’ effectiveness for student learning outcomes. Researchers compared four online language courses at the elementary and intermediate levels to their equivalent in-person courses. The study involved 11 teachers and 354 students, including five semesters and 34 classes (13 online and 21 in-person). The university used multiple measures to compare learning between online and in-person students, such as oral and written production, reading and listening comprehension, grammar knowledge and vocabulary. The results indicate that online language courses are reasonably successful; in fact, more than 80 percent of online students made similar progress to students in the corresponding in-person classes.

However, senior Lucas Mandel, an AP Spanish student, explains that not only are there fewer opportunities for practice over Zoom but that there is also a lack of crucial communication between students.

“It may be easier [to get a good grade in a Spanish class] because you do not necessarily have to talk all the time or get involved because you are online, but at the same time, I think that is a downfall of [online learning] because to really learn [and] get better at Spanish, you have to be in that environment of constantly speaking with other people,” Mandel said.

Additionally, a study by the University of California, San Diego, evaluated the role of second-year language students’ motivation and attitudes in language study within an online course. The results revealed that students tended to have raised anxiety about an online language course at the beginning of the semester, which the researchers attributed to their lack of familiarity with the course’s online learning environment. However, students’ motivation and attitudes towards language study were relatively positive and stable during the course. The implications of these findings on Redwood students are that while challenging at first, learning a language online is not an inadequate form of education. In the long run, it can be a positive experience. 

According to Mandel, language-learning applications can be a valuable part of online learning, especially for students preparing for AP tests. Although he often uses Quizlet to study, various applications can supplement learning done at school.

Steven Toy is the Chief Operating Officer (COO) of Memrise, a platform that uses spaced repetition of flashcards to foster language learning through their website and mobile app. Toy believes that Memrise and other programs like Duolingo or Quizlet are an excellent tool for students who want additional Spanish practice during this time.

“I think [apps] can supplement a Spanish class very effectively. The thing that you tend to get in a class [however] is the ability to converse in a very unstructured way [and] with your teacher’s support, who knows both English and Spanish when you get stuck,” Toy said. “There is so much that has to happen [to learn a language] with repetition and immersion, hearing the word in different contexts, trying to say the word and expanding your vocabulary by gathering up new words. So I do not think it completely replaces a [in-person] class, but you can make it a very long way with just an app.”

Although recent studies have shown promising results, the differing experiences between students and teachers make it seem as though returning to school in a hybrid model will benefit the Redwood Spanish program.

“[Becoming fluent in a] language is a process that occurs over many years, and I think just slowing down for a moment during the pandemic is not ultimately going to be a make or break anything. I think it is just about making it part of your life,” Zeiher said.