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Voluntarios en Canal cultivan el amor por el béisbol

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Photo courtesy of the Canal Baseball Academy

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Los sonidos de Béisbol se pueden oír casi todo el año en el área de Canal en San Rafael, originado de niños jugando en los varios parques locales como Pickleweed Park.

Aunque sea un deporte popular localmente, el béisbol es uno de los deportes más caros para jugar por la cantidad de equipo que es necesario, haciéndolo difícil para que participen los niños desfavorecidos.       

Según NBC Bay Area, en 2012, el ingreso promedio de una persona viviendo en el Canal era solo $21,000, comparado el ingreso promedio de un estadounidense de $29,530 y el promedio de Marin de $44,246.

Kevin Loughlin, un nativo de San Rafael decidió hacer el deporte más accesible para la creación de Canal Baseball Academy.

“Mi meta era dar a estos niños la experiencia de jugar Little League. Todos sabemos que genial es estar en un equipo: la presión, la angustia, y la emoción de ganar en equipos de Little League. Estos niños no pudieron jugar porque [Little League es] costo prohibitivo,” dijo Loughlin.

Loughlin jugo y era entrenador de béisbol en la preparatorias hasta ayudó a empezar una liga dentro de la cárcel de San Quentin. El decidió entrenar a los niños en Canal para cooperar con la comunidad y ayudar a los niños a aprender las reglas del juego.

“No es solo de deportes, es enseñando los niños la responsabilidad de llegar a tiempo a la práctica y a los partidos. Nosotros entrenamos liderazgo y nuestra programa pone énfasis contra el bullying entonces nosotros nos aseguramos que los niños sean competitivos pero justos con sus compañeros,” dijo Loughlin.

El programa es completamente sin fines de lucro y el dinero viene de patrocinadores o donantes. Todo el dinero es gastado en equipo. Ellos están auspiciados por organizaciones como MarinLink, San Rafael Community Services, Junior Giants y el Rotary Club of San Rafael Harbor.

“Empezamos el programa cuatro años atrás y inicialmente solo recaudamos fondos localmente. Estamos muy afortunados de tener donantes en un base anualmente que provee dinero para patrocinar los 50 niños que juegan,” dijo Loughlin.

El programa corre tranquilamente con un aumento de inscripciones a través de los años. Sin embargo, hay problemas que Loughlin le gustaría abordar en el futuro.

Loughlin eventualmente le gustaría tener los fondos suficientes para crear una cancha dedicada para los niños porque ellos usualmente tienen que viajar unas millas a la cancha más cercana.  Su cancha de ellos es en Pickleweed Park, que es una cancha de fútbol que solo tiene pasto. Temporalmente, la academia pone las bases y cera para imitar una cancha de béisbol lo mejor posible.

En el verano las personas pueden ser voluntarias en el programa de Junior Giants Camp, que dura ocho semanas. Estudiante de último año Grace Willens trabajo en el campamento durante el verano. Ella dijo que su razón de ser voluntaria es que le encanta trabajar con niños. Penso que seria una buena idea ayudar a miembros de su comunidad que no tienen la oportunidad de integrarse al equipo de Little League.

Estudiante de último año Josh Katz decidió que quería ayudar al programa para obtener más horas de servicio comunitario involucrando deportes que le encantan, y escogió a Junior Giants.

“Mi consejero de universidad penso que seria una buena idea que participe con los Junior Giants porque sabe que me gustan los deportes. Entonces me anime y me gusto la primera vez que fui,” dijo Katz

Willens ha hecho actividades de servicio comunitario pero pensó que era muy especial el Canal Baseball Academy.

“Yo soy voluntaria en Ceres, donde cosinas comida nutritiva para pacientes con cáncer,” dijo Willens. “[Junior Giants] era más divertido porque podía interactuar más con los niños que es algo que me encanta hacer. Era mas gratificante. Cocinando comida también es gratificante pero no en la misma manera.”

Ambos Katz y Willens pensaron que la parte más difícil de ser voluntarios era la barrera del idioma. La majoria de niños en el Canal solo hablan español, pero esto no desanimó a Katz o Willens.

“Habian muchos niños y padres que saben hablar ingles y español entonces ellos me ayudarían con unos de los niños. Usamos vocabulario que ellos sabían, y podían entender,” dijo Katz. “También, les enseñamos acciones como pegar y tirar en vez de estar hablando.”

Este año, el programa ha permitido a algunos de sus miembros integrarse a los programas de béisbol y sóftbol en Terra Linda High School y San Rafael High School.

“Esto te hace sentir bien porque significa que se an enamorado con el deporte, hicieron tiempo para aprender el juego, y van estar reuniéndose y trabajando con otros niños de la comunidad,” dijo Loughlin. “Estas son las ideas básicas del deportes: conocer otros niños y niñas de diferentes culturas. Ellos van estar trabajando como un equipo de alrededor de San Rafael, entonces ayuda salvar las distancias entre Hispanos en Canal y otros niños en la comunidad.”

Con el éxito creciente del programa, Loughlin ha pensado en crear programas similares en diferentes partes de la área de la bahía.

“Hay más de 2,000 niños que viven en el Canal entre las edades de cuatro y 13, entonces todavía hay muchos niños que todavía no he podido de alcanzar,” dijo Loughlin. “En el futuro me encantaría integrar el programa en otra áreas de la comunidad que necesitan ayuda financiera y equipo que Canal Baseball Academy provee. 

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Maxim Kawashima, Author